El presidente de la Fundación por la
Paz en la Era Nuclear (Nuclear Age Peace Foundation), David Kreiger, ha exigido
a los países nucleares que reduzcan sus inversiones en armamento y destinen
esas partidas al desarrollo de los estados más pobres del mundo. Dicha petición
coincide con el inicio de la Conferencia de Desarme de la ONU en Ginebra.
Según ha recogido la agencia de
noticias mundiales IPS (Inter Press Service), Kreiger afirma que “la suma que
todavía se gasta en armas nucleares no tiene sentido, así como no lo tiene la
continua dependencia en las armas mismas”. Estas palabras hacen referencia al hecho de que en la ONU, nueve de los 193
estados que forman la organización siguen aumentando sus presupuestos
armamentísticos para mantener y modernizar las armas nucleares, a pesar de
haber prometido que las iban a reducir. “Las armas nucleares absorben recursos
que podrían utilizarse, en cambio, para cumplir con los Objetivos de Desarrollo
de la ONU para el Milenio”, añade Kreiger.
De acuerdo con el estudio realizado
por Global Zero, una asociación que apela al desarme total de armas nucleares,
en 2011 Rusia gastó 14.900 millones de dólares en armas nucleares; China, 7.600
millones; Francia, 6.000 y Gran Bretaña, 5.500 millones. Asimismo, India
destinó 4.900 millones de dólares; Pakistán, 2.200; Israel, 1.900 y Corea del
Norte, 700 millones.
La ONU desea recaudar 40.000
millones de dólares anuales para el desarrollo y cumplimiento de los Objetivos
de la organización para el Milenio. No obstante, esa cifra se vuelve cada vez
más difícil de conseguir al ver que la mayor parte de los donantes no están cumpliendo
sus compromisos. Según las Naciones Unidas, aún quedan 167.000 millones.